Resumen | Luego de casi un año de pandemia nos hemos vuelto irremediablemente expertos en los pasos clÃnicos que deben seguir las vacunas, y también los medicamentos nuevos, para ser utilizados con el fin de promover la salud. Sabemos que las investigaciones comienzan en los laboratorios, en modelos animales, y de ser exitosos entonces se permiten los estudios en voluntarios humanos, para evaluar primero la seguridad y dosis adecuada, luego la reactogenicidad y finalmente la eficacia en grupos pequeños y finalmente en la población general. Cada una de estas fases de ensayos clÃnicos son meticulosamente analizadas por paneles expertos para garantizar que las instancias de salud cuenten con la información suficiente para determinar, bajo la óptica de seguridad y riesgo, si el producto a autorizar confiere un claro beneficio a para las personas. En enero de 2020 cuando China publicó la secuencia genética del recién descubierto nuevo coronavirus, del SARS-CoV-2, inmediatamente cientÃficos de todo el mundo reorientaron sus esfuerzos para diseñar vacunas, y fármacos, para su combate. Ambas estrategias son fundamentales en el control de la epidemia; una para prevenir nuevos contagios y la otra para ayudar a sanar a los enfermos. Mientras tanto, los habitantes de la Tierra, todos susceptibles a este nuevo virus tuvimos que adoptar medidas no medicamentosas para evitar infectarnos, mitigar nuestro riesgo de desarrollar COVID-19 y evitar la saturación de los centros de salud: mantenernos sanos y asà no contribuir al crecimiento de la curva epidemiológica. |
---|---|
Procedencia del autor |
Tipo de documento | |
---|---|
Especialidad(es) |
Observaciones | Este artÃculo no tiene pdf |
---|
Publicado en el sitio | 2021-01-30 17:43:17 |
---|
(aún no hay comentarios disponibles para este recurso)
Comentarios